No soy ateo. Ateo es una etiqueta inclemente que se le coloca a los hombres que no siguen una religión convencional. Los invito a pensar por si mismos, e identificar, como yo lo hice, el problema de la religión.
Esta destruye el alma del hombre. Lo convierte en un recipiente vacío, el cual se llena con creencias irrefutables, y fe ciega. Se les inculca una moral esclava, basada en amenazas. "Si lo haces eres un pecador. Y los pecadores arden infinitamente en los fuegos del infierno".
No debe ser así. La moral debe nacer del mismo hombre. Podemos ser el übermensch descrito por Nietzche, con una moral nueva, con razones genuinas, más allá del bien y del mal, rompiendo las cadenas del castigo divino.
Soy Humanista Secular. Esto quiere decir que creo firmemente que el hombre puede alcanzar su máximo potencial como individuo, como comunidad, y como especie, sin necesidad de religión.
A lo que nos atañe. Porque el fin nunca ha justificado los medios.
