20120914

La Carta

El año 2008 lo recibí en el pueblo de Píritu, una localidad muy bonita que no había visitado antes. Una amiga de mamá nos invitó a casa de su familia allá y decidimos ir. Pasamos cinco días allí.

El día antes de irnos salí a comprar algo de comer, eran como las 8 de la noche. No sabía donde ir, así que decidí caminar un poco a ver que encontraba, teniendo la precaución de no ir muy lejos para no perderme.

Después de caminar unos diez minutos vi un puesto de perros calientes frente a una casa, me acerqué, pedí algo y me senté. Al frente de la casa estaba un señor muy mayor. Me saludó con la mano y yo devolví el saludo. No pasó un minuto cuando me hizo señas que me acercara un poco, a final de cuentas no estábamos muy lejos. El señor empezó a hablarme; en seguida me hizo saber que había notado que yo no era de allí. Le dije "Yo vivo en Paraguaná"

Ah, Paraguaná... Yo nunca he salido de Píritu porque no me ha hecho falta, pero si he conocido gente de allí. Mi madre me contaba una historia de alguien de Paraguaná... Allá por el año doce, durante la hambruna... Yo estaba muy pequeño. Pero ella me cuenta que una vez fue a la antigua plaza, que era un mercado, y se le acercó una mujer ciega, que le entregó una carta  pidiéndole que la llevara a una dirección escrita en el sobre. Y cuando ella toma la carta, la señora se pierde entre la gente. Mi madre no llevó la carta, y al día siguiente se enteró de que la policía había agarrado a la señora ciega porque estaba vendiendo carne humana a la gente que venía de Paraguaná buscando que comer. Mi madre abrió la carta y solo decía "Este es el último que te mando hoy"

En ese momento me llamaron para buscar mi comida. Me despedí del anciano, el cual se sonrió. Está de mas decir que no dormí esa noche...




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